viernes, 14 de diciembre de 2007

Diferencia Conceptual y Metodológica entre de e-Learning y b-Learning

Hace unos días me llegó la invitación a través de la Lista de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (UNED), para ver la videoconferencia de la Dra. Beatriz Fainholc, donde habla de la Diferencia Conceptual y Metodológica entre de e-Learning y b-Learning, sobre los formatos que articulan e incoporan las TIC en la educación presencial y a distancia. En la lista, pedían que las opiniones y sugerencias sean enviadas a cedima@ciudad.com.ar. Enlazo aquí los 2 videos, y coloco dos datos que rescato.


Primera Parte


Segunda Parte



Un dato que me parece importante es que deje en claro (en la segunda parte) que por detrás de todo esto en la concepción de base en el b-learning se encuentre la idea o el concepto del lifelong learning


Para una introducción a este último tema, recomiendo los primeros minutos del podcast de Gorka Palacio que recomienda Fernando donde señala aspectos necesarios para propiciar una cultura del desarrollo profesional continuo, del aprendizaje a través de toda la vida o para toda la vida, en entornos donde puedan confluir al menos 3 aspectos básicos: una efectividad del aprendizaje concebido no como mera transmisión, un desarrollo personal del propio sujeto, y también la productividad profesional.


Otro dato que me interesaría rescatar del segundo video también es que la autora, a quién leo desde mis primeras incursiones en el mundo de las TICs, retome un concepto que ya habían anticipado –no lo menciona ella, lo digo yo– Battro y Denham hace 10 años en La Educación Digital, y es referido a la importancia de revalorizar el encuentro presencial.

Decían Battro y Denham, "La agenda educativa cambiará sustancialmente cuando disminuyamos la redundancia en nuestra actividad de aprender y de enseñar. Nos reuniremos para celebrar el encuentro más que para pasarnos información" (Cap.3 El hábito digital, Pto.2 Proyectos Digitales).

Celebrar el encuentro es lo que a mí más me moviliza, aquello que me hace pensar siempre en cómo aprovechamos las tecnologías en la distancia física y cómo aprovechamos el encuentro presencial con un otro expectante, cuando el traspaso de información está mediatizado. Ese creo que es el verdadero desafío actual y la clave más importante del b-learning: poder resignificar la experiencia del encuentro educativo.