Este blog es una herramienta de trabajo, para poder publicar y distribuir contenidos de diversa índole y en diferentes formatos, para tener otra posibilidad de interacción con personas interesadas en temas de Educación, Comunicación y Nuevas Tecnologías, para revisar cosas interesantes, producir contenidos y opinar. Simplemente eso :)
Pablo Bongiovanni | Datos
A continuación, el primer post del blog, allá por mayo del 2005, cuando nació con el nombre de "La Educación arriba de la Mesa", y que meses más tarde comenzara a mutar hacia una especie de biblioteca de cosas que me interesaron en temas de Comunicación y Tecnología también. Al tiempo que yo mismo iba comprendiendo, lentamente, sobre qué quería escribir y tener un blog. En aquel entonces, el primer texto que publiqué fue una metáfora, que se me ocurrió acerca del posible primer nombre:
La Educación arriba de la mesa
Como primer punto quisiera dejar sentado que este blog no tiene nada que ver con los desempeños de la persona al almorzar o cenar, es decir... no trata sobre la etiqueta o las buenas costumbres a la mesa. Se trata de una imagen que me parece interesante, porque la mesa representa un lugar de observación (objetivo), de atención, y a la vez lo que está arriba de la mesa es importante (a nivel subjetivo). Lo que subimos volutaria o involuntariamente arriba de la mesa, pocas veces es algo que vayamos a descartar, sino más bien es aquello que estamos decididos a conservar, y en todo caso, consumir, degustar.
Sobre la mesa se juegan muchas cosas. Sobre la mesa escribimos, leemos, contamos historias, a veces cantamos, nos reímos, lloramos. ¿Quién no se dió un abrazo –medio incómodo– mesa de por medio alguna vez? Sobre la mesa debatimos, discutimos, sobre ella tambien creamos nuestros proyectos, recibimos críticas, pensamos con otros, planificamos actividades, o las retrabajamos.
Lo que hablamos en la mesa es significativo, lo que callamos en ella también. Los encuentros en torno a una mesa son importantes, los momentos compartidos, y así también lo son los desencuentros, los momentos no compartirdos en una mesa.
El hecho figurativo de subir algo del suelo a la mesa es de alguna manera, evitar que la cosa se ensucie, o que alguien la pise. Y es en el caso de la Educación, un acto de valoración, es una forma de colocar a consideración –a juicio– ese objeto, no para acusar ni para llevar adelante un proceso analítico extremo y sin sentido, sino para fundamentalmente ayudar (nos) a comprender (nos) mejor.